En el año 1960, Quilicura era una pequeña aldea de aspecto muy
provinciano, la vida era quieta y lenta, parecía como si los días fueran
eternos y en las noches nos acompañaba
la paz del silencio.
Por esos días, todos los vecinos se conocían y la palabra violencia no
existía para nosotros. Sólo sabíamos de una hermandad y un respeto que se
contagiaba en las familias…
Eran días de plenitud donde a pesar de la pobreza parecía que la felicidad estaba cerca de todos nosotros.
La armonía de la naturaleza y la sencillez de mi gente nos hacían amar
entrañablemente cada rincón de este pueblo.
Era la época de los sueños…
Las noches se iniciaban tempranamente al caer la tarde, y luego de eso
cada familia se refugiaba en sus hogares...No había nada más que hacer.
En el año 1960 no existía aún la
TV.
Y escasamente algunos hogares contaban con un aparato de radio.
Una luz muy tenue, casi imperceptible alumbraba las solitarias calles de
la comuna.
Cerca de las 20.30 horas, ya casi nadie permanecía fuera de su hogar,
además que la vida del campo exigía el sueño y el descanso.
En los hogares se encendía la radio y casi como un susurro nos conectaba
con un mundo mágico: la música y las palabras.
A esa hora de la noche se iniciaban los radioteatros.
Eran historias fabulosas que nos trasladaban a los misterios de la vida,
a las intrigas, al suspenso.
La familia se reunía a escuchar a unos actores que a través de sus voces
nos hacían imaginar mundos diversos.
Fueron de gran impacto por
aquellos años.
Sus nombres eran ya motivo de atracción “Hogar dulce hogar”, “la
linterna roja”, “las historias de don Damián”, “”La hora del siniestro doctor
Mortis” y sobre todo “”La tercera oreja”
Las voces de los actores nos hacían
estremecernos y emocionarnos.
Una de estas voces era la de Gretha Nilsson.
Tenía esa ductibilidad de transformarse en una niña, en una madre en una
abuela en una perversa o en un ángel. Y tan sólo con los matices de su voz
lograba crear en nuestras mentes la emoción, la ternura, el terror o el pánico…
Era la actriz innata que nunca estudió teatro pero logró ser tan
versátil como la vida misma.
En esos años la Universidad del teatro
era el escenario, el público y las radioemisoras.
Nosotros no sabíamos que detrás de aquellas voces mágicas estaba la
figura frágil de una mujer hermosa.
En aquella misma época los niños y jóvenes leíamos revistas.
Nosotros los niños, creábamos todo un mundo con los cómics que traían
las historias de super héroes invencibles: Batman, superman, el llanero solitario,
Roy Rogers y tantos otros.
Pero los más jóvenes, especialmente las niñas deleitaban sus horas con
las historias de amor.
“Cine amor”, “nocturnos” “Radiomanía”, eran revistas que semanal o
quincenalmente traían los dramas del amor en todas sus formas, las desdichas de
la incomprensión o la felicidad de hombres y mujeres que encontraban el amor de
su vida.
Por esos años se llamaban fotonovelas.
Eran secuencias de historias que a través de fotografías creaban
argumentos y que provocaban los suspiros de quienes las leíamos.
Gretha Nilsson fue protagonistas de muchas de estas historias y su
hermosa estampa su bellísimo rostro, la convertían en una invitada permanente
para que aflorarán los sueños de quienes leímos aquellos episodios.
Fueron las historias de amor convertidas en fotonovelas que cubrieron
gran parte de una época y que tal vez en alguna antigua biblioteca todavía
existan.
Si alguien pudiera volver la vista hacia aquellos días se encontraría
con Gretha Nilsson, sus diálogos, sus llantos y sus sonrisas.
Su vida como actriz la había iniciado en Punta Arenas, donde era una
figura indiscutible de los teatros y de los escenarios. Allí participó por años
en cientos de montajes tanto en radio
como en salas de teatro y desde allí floreció una gran actividad de actores y actrices que sin tener por esos
años la posibilidad de estudiar, marcaron los pasos y la ruta de nuestro teatro
chileno.
Siempre conservó como un tesoro los recortes de prensa que hablaron de
su éxito y era a través de ellos que se conectaba con tantos amigos que
realizaban las mismas aventuras, Gretha era una hermosa mujer que contagiaba su
prestancia y que creaba en torno a si un
ambiente de admiración y de respeto.
Vino hacia Santiago y trabajó de manera especial en la radio Portales, se
integró a los muchos artistas que por esos años con más amor que recursos
pretendían entregar su arte a las generaciones de santiaguinos.
No pasaba inadvertida por la vida.
Humberto, un prestigio músico de la época dorada de los boleros, fue su
compañero por la vida. Ella siempre habló de que su esposo era integrante del
grupo de los “cuatro duendes” y en ocasiones tarareaba sus canciones, no
obstante que era amante del tango.
Tuvo dos hijos, Oscar y Cristian.
En el año 1990, se radicó en Quilicura en el barrio de la Villa Santa Luisa.
Prontamente los vecinos la reconocieron por sus apariciones en algunas
series de la TV.
Y su figura menuda y frágil comenzó a recorrer nuestras calles.
Esa es la Señora
que aparece en la TV ,
comentaban los vecinos.
Fue una mujer que caminó altiva por la vida arrastrando tras de si la
admiración, pero muy pocos sabían lo que ocurría con ella en su vida íntima.
Mujer de temple de esfuerzo y de
trabajo que disimulaba el sufrimiento con su glamour y con sus sonrisa, con su
caminar elegante y con su voz dúctil clara y afectiva.
Hace muchos años cargaba con una cruel enfermedad que la consumía
lentamente, era una dolorosa situación que no impedía que cada semana buscara
los espacios para realizar lo que siempre supo hacer, su arte y su pasión.
La enfermedad se había agravado
en los últimos meses pero que tampoco fue obstáculo para que con una
sonrisa aceptara el desafío de ir, hace
pocas semanas a una gira a Europa con su compañía de teatro y con el montaje de
“El otro”
Era amante y orgullosa de su ascendencia.
Era entregada con toda su pasión a la familia por quienes desvelaba sus
horas y sus quebrantos, impidiendo a toda costa que alguien pudiera penetrar en
el secreto de sus sufrimientos, porque como ella misma lo hacía sentir era una
“vikinga”.
ASTRID GRETHA NILSSON, Había nacido el día 03 de agosto del año 1943,
había cumplido 79 años y no obstante lo que hemos referido, gozaba de una lucidez
y una fortaleza que le permitieron sobreponerse a todos los embates que
la vida le propuso y que canalizó en la educación de sus nietas.
Últimamente estaba muy débil y ya sus energías habían decaído.
El quehacer de su existencia le pasaba una dolorosa factura.
Al momento de despedirse de este planeta estaban junto a ella sus seres
más queridos,
Su entrañable familia., sus nietas Ingeborg, Astrid, Alejandra sus
bisnietos y tataranietos.
Es verdad que ya no estará entre nosotros. Seguramente muchas personas
le conocieron y otras muchas también le admiraron.
A la hora de la despedida siempre es así, apenas unos pocos vecinos y
amigos vienen a testimoniar su afecto y su cariño.
Eso poco importa ahora.
Nosotros hemos venido a expresar nuestro adiós a esta mujer llena de
temple y de energía que en la flor de su
juventud provocaba suspiros e ilusiones, admirada por tantos y aplaudida en
miles de presentaciones al caer el telón.
Yo la recuerdo con un enorme poder para pararse frente al público y
transformar su fragilidad en vigor, .para posesionarse de los textos y
entregarlos como un caudal de emociones y lograr que quien la escuchase quedará algo extasiado por su
elocuencia…
Ya sabía yo que ella nos
sorprendería con tan solo su presencia, con un enorme sombrero, con una boina o
con un manto de color verde..
Paradójicamente la veremos una de estas noches en una de sus últimos trabajos
televisivos, allí representa a una
viejita muy enferma que abandona esta mundo.
Espero que su nombre permanezca entre nosotros.
Al menos estas palabras y esta pequeña semblanza surcarán los espacios
para que en un día del futuro alguien las pueda leer y le reconozca.
Aún su voz resuena en algunos radioteatros y su imagen quedó plasmada en
algunas series de la TV.
Gretha, hay un enorme escenario para ti en la inmensidad y un coro de
Ángeles te incorpora a la escena culminante…El mejor radioteatro lo escribió el Altísimo para que tu le colabores con la voz.
Como siempre mucho éxito.
Lindo..
ResponderEliminarSR. MARIO MONASTERIO CALDERON..........LO FELICITO A UD. POR TODAS SUS LINDAS PALABRAS, COMO SE HA REFERIDO A UNA DE LAS MAS GRANDES ESTRELLAS DEL RADIOTEATRO CHILENO, TELEVISION, TEATRO Y CINE.............GRETHA NILSSON...............UNA BELLISIMA Y ELEGANTE, MUJER QUE NOS SUPO CAUTIVAR CON SU PRECIOSA VOZ, YO DESDE NIÑO LA ADMIRE, Y SIENTO NO HABER SABIDO A TIEMPO LO DE SU MUERTE, ME ENTERE POR CASUALIDAD AQUI EN INTERNET, SIN QUERER ME ACORDE DE ELLA Y VEO CON ANGUSTIA LO DE SU FALLECIMIENTO, HABRIA ASISTIDO A SU FUNERAL, YA QUE FUE MI FAVORITA, COMO ACTRIZ NACIONAL.............................WILLY.
ResponderEliminargrandes palabras, personaje muy grandiosa y supimos recien de su muerte no tenia idea..mi madre gran admiradora de ella ,la adoraba y siempre aconsejaba a mi madre cuando ella realizaba sus obras con niños de la villa san lucas en las navidades...que pena...
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